QUE ACABE PRONTO, POR FAVOR
Se acerca el momento de las elecciones cuando los ciudadanos valoran las acciones llevadas a cabo en los últimos años, y entre las filas del PP causa verdadero pavor el trámite de rendir cuentas. Se dice que han hecho balance de la gestión, o mejor dicho la no gestión, y las previsiones no son nada halagüeñas. Ni juntos, ni por separado los miembros del equipo de gobierno juntan meritos para mirar de frente a los aspenses y pedirles que vuelvan a confiar en ellos. Si hacemos un recorrido por las distintas áreas el panorama es desolador
En el área de urbanismo no hay nuevo plan general, lo poco que quedaba por desarrollar del actual plan general del 95 sigue pendiente, ni una sola iniciativa nueva, todo lo que se esta haciendo es dar continuidad a las iniciativas que el anterior equipo de gobierno socialista dejo en marcha. No obstante, la falta de trabajo del nuevo concejal hace que los grandes proyectos sigan estancados y sin solución de continuidad. Sin ir más lejos siguen sin desarrollar los dos polígonos públicos de vivienda protegida, casi 3000 viviendas de VPO, ni el nuevo polígono industrial público tan necesario para generar riqueza y empleo en estos momentos de crisis, ni las rondas este, sur y el nuevo puente sobre el Tarafa que completan nuestra circunvalación y que paga el Gobierno de España. Tampoco las obras pequeñas y medianas que ya estaban iniciadas se acaban, la avenida del Castillo sigue sin concluir, las obras de mejora en la calle San Pascual siguen sin acabar, los parques que se han hecho con el Plan E siguen tres meses después cerrados. Un panorama desolador en unos momentos en que el Ayuntamiento debería ser el motor social y económico del municipio.
La gestión sanitaria en Aspe es el paradigma de cómo no se deben hacer las cosas. La concejala ha abandonado a su suerte a los vecinos de Aspe, el centro de salud se anuncia ahora para el 2012, si no hay más retrasos. Las prometidas especialidades se nos prestarán, según el secretario autonómico de sanidad, en barracones, previsiblemente a partir de mayo, apenas con 7 años de retraso. El actual centro de salud sigue siendo un desastre por la falta de personal y de medios. El nuevo hospital que tenía que estar abierto desde enero 2009 sigue sin abrir sus puertas. Aquella repetida mentira de que podemos elegir donde queremos ser tratados también ha caído, resulta que esto es verdad pero sólo si se dan las condiciones adecuadas, es decir, que no se puede y los aspenses seremos llevados a la fuerza a un hospital con menos medios que los que tiene el Hospital de Alicante al que pertenecemos.
El departamento de servicios es sin lugar a dudas quien se lleva la palma. Los parques nunca han presentado tal situación de abandono y desidia, los contenedores de recogida de basura rebosan y se recogen tarde y mal, las calles y plazas están más sucias. El nuevo almacén que dejaron casi acabado los socialistas sigue sin ponerse en funcionamiento, ni como nuevo espacio para la policía, ni como el nuevo almacén que tanto hace falta. Todo esto esconde la voluntad del nuevo equipo de gobierno de privatizar todos los servicios, y para lograrlo aplican su vieja máxima “cuanto peor, mejor”, es decir, cuanto peor funcionen los servicios públicos menos resistencia encontraran de trabajadores y ciudadanos para que estos se den a la gestión privada.
No encuentran tiempo, ni recursos para hacer pliegos como el de la recogida de basuras que esta caducado hace casi dos años. Eso sí, son absolutamente diligentes cuando se trata de subir impuestos como el IBI o las plusvalías. También lo son para dedicar recursos al aparato de propaganda, que no de información, que han montado en el ayuntamiento, 20.000 euros en un boletín informativo mientras Aspe es el tercer pueblo del Vinalopó con más desempleados. Debe ser parte de los manuales de gestión que el PP reparte a sus cargos públicos, la consigna es no ha que hacer nada, sino decir que se está haciendo. De este modo se consigue tener a la gente esperanzada en que sus problemas se están solucionando y al tiempo cautivos, porque como nunca se solucionan y quienes parecen que los van a solucionar son ellos pues, a seguir aguantando un poco más.
El discurso del concejal de educación y fomento se basa en esto que acabo de decir, lo podemos ver pleno tras pleno, y en las intervenciones televisivas hablando de medidas contra la crisis o para favorecer la educación. Todas sus propuestas van encabezadas por una muletilla “vamos a…”, lo que traducido es todavía no hemos hecho nada.
En conclusión, este nuevo equipo de gobierno se caracteriza por falta de trabajo, de iniciativas, de compromiso con los ciudadanos de Aspe, de oscurantismo, etc. Después de casi tres años en el gobierno podemos concluir que su divisa es “vamos a…, pero no nos dejan o no podemos”. Vamos que cuando se quieran poner a trabajar se les ha echado el tiempo encima.
Se acerca el momento de las elecciones cuando los ciudadanos valoran las acciones llevadas a cabo en los últimos años, y entre las filas del PP causa verdadero pavor el trámite de rendir cuentas. Se dice que han hecho balance de la gestión, o mejor dicho la no gestión, y las previsiones no son nada halagüeñas. Ni juntos, ni por separado los miembros del equipo de gobierno juntan meritos para mirar de frente a los aspenses y pedirles que vuelvan a confiar en ellos. Si hacemos un recorrido por las distintas áreas el panorama es desolador
En el área de urbanismo no hay nuevo plan general, lo poco que quedaba por desarrollar del actual plan general del 95 sigue pendiente, ni una sola iniciativa nueva, todo lo que se esta haciendo es dar continuidad a las iniciativas que el anterior equipo de gobierno socialista dejo en marcha. No obstante, la falta de trabajo del nuevo concejal hace que los grandes proyectos sigan estancados y sin solución de continuidad. Sin ir más lejos siguen sin desarrollar los dos polígonos públicos de vivienda protegida, casi 3000 viviendas de VPO, ni el nuevo polígono industrial público tan necesario para generar riqueza y empleo en estos momentos de crisis, ni las rondas este, sur y el nuevo puente sobre el Tarafa que completan nuestra circunvalación y que paga el Gobierno de España. Tampoco las obras pequeñas y medianas que ya estaban iniciadas se acaban, la avenida del Castillo sigue sin concluir, las obras de mejora en la calle San Pascual siguen sin acabar, los parques que se han hecho con el Plan E siguen tres meses después cerrados. Un panorama desolador en unos momentos en que el Ayuntamiento debería ser el motor social y económico del municipio.
La gestión sanitaria en Aspe es el paradigma de cómo no se deben hacer las cosas. La concejala ha abandonado a su suerte a los vecinos de Aspe, el centro de salud se anuncia ahora para el 2012, si no hay más retrasos. Las prometidas especialidades se nos prestarán, según el secretario autonómico de sanidad, en barracones, previsiblemente a partir de mayo, apenas con 7 años de retraso. El actual centro de salud sigue siendo un desastre por la falta de personal y de medios. El nuevo hospital que tenía que estar abierto desde enero 2009 sigue sin abrir sus puertas. Aquella repetida mentira de que podemos elegir donde queremos ser tratados también ha caído, resulta que esto es verdad pero sólo si se dan las condiciones adecuadas, es decir, que no se puede y los aspenses seremos llevados a la fuerza a un hospital con menos medios que los que tiene el Hospital de Alicante al que pertenecemos.
El departamento de servicios es sin lugar a dudas quien se lleva la palma. Los parques nunca han presentado tal situación de abandono y desidia, los contenedores de recogida de basura rebosan y se recogen tarde y mal, las calles y plazas están más sucias. El nuevo almacén que dejaron casi acabado los socialistas sigue sin ponerse en funcionamiento, ni como nuevo espacio para la policía, ni como el nuevo almacén que tanto hace falta. Todo esto esconde la voluntad del nuevo equipo de gobierno de privatizar todos los servicios, y para lograrlo aplican su vieja máxima “cuanto peor, mejor”, es decir, cuanto peor funcionen los servicios públicos menos resistencia encontraran de trabajadores y ciudadanos para que estos se den a la gestión privada.
No encuentran tiempo, ni recursos para hacer pliegos como el de la recogida de basuras que esta caducado hace casi dos años. Eso sí, son absolutamente diligentes cuando se trata de subir impuestos como el IBI o las plusvalías. También lo son para dedicar recursos al aparato de propaganda, que no de información, que han montado en el ayuntamiento, 20.000 euros en un boletín informativo mientras Aspe es el tercer pueblo del Vinalopó con más desempleados. Debe ser parte de los manuales de gestión que el PP reparte a sus cargos públicos, la consigna es no ha que hacer nada, sino decir que se está haciendo. De este modo se consigue tener a la gente esperanzada en que sus problemas se están solucionando y al tiempo cautivos, porque como nunca se solucionan y quienes parecen que los van a solucionar son ellos pues, a seguir aguantando un poco más.
El discurso del concejal de educación y fomento se basa en esto que acabo de decir, lo podemos ver pleno tras pleno, y en las intervenciones televisivas hablando de medidas contra la crisis o para favorecer la educación. Todas sus propuestas van encabezadas por una muletilla “vamos a…”, lo que traducido es todavía no hemos hecho nada.
En conclusión, este nuevo equipo de gobierno se caracteriza por falta de trabajo, de iniciativas, de compromiso con los ciudadanos de Aspe, de oscurantismo, etc. Después de casi tres años en el gobierno podemos concluir que su divisa es “vamos a…, pero no nos dejan o no podemos”. Vamos que cuando se quieran poner a trabajar se les ha echado el tiempo encima.
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