QUE PASE EL SIGUIENTE
No es de recibo que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana estén discriminados por los políticos que les gobiernan. Esta comunidad es un desastre de gestión mires donde mires, pero aquí nadie asume responsabilidades. El futuro que les espera a nuestros hijos le llena a uno de temor porque en unos añitos más, van para 16 años, el PP habrá terminado de desmontar el sistema público y, lo que es peor, estará plenamente implantado el privado donde lo que impera es “tanto tienes, tanto vales”. Esta máxima de la derecha valenciana vale para todo desde la salud o la educación hasta lo que estará moral y éticamente bien visto.
Hay que reconocer al adversario sus meritos y los dirigentes de PP son especialistas en vender lo contrario de lo que hacen. Les pondré un ejemplo, están destruyendo el sistema educativo público pero si le preguntas a un valenciano que pasa con la educación te dirá que el gobierno de España nos discrimina. La realidad de los números dice lo contrario. Nuestra comunidad ha recibido en los últimos años una lluvia tal de millones que deberíamos estar a la cabeza del estado español en educación de calidad. Sin embargo, estamos a la cola porque el señor Font de Mora y su jefe el señor Camps han decidido que el dinero que se recibe para la educación debe ir a financiar la educación privada o para los “grandes eventos del PP”. La Comunidad Valenciana ha ingresado más de 1700 millones de euros en los últimos años de gobiernos socialistas en el estado, antes con el señor Aznar, entre el 2002 y el 2005, 124.424 euros para la enseñanza obligatoria. El gobierno de España, ese que dice Canal9 que no nos quiere, nos da porque es de justicia: 102 millones de € para la implantación de la LOE, 49 millones de € par la gratuidad del segundo ciclo de infantil de 3 a 6 años, más de 420 millones de € para el desarrollo de la LOE y el 10% del fondo adicional estatal 735 millones de €, además de los 120 millones de € para instalar internet en las aulas o bibliotecas escolares, sin olvidarnos del plan Educa3 que el señor Font de Mora tiene parado y supone más de 200 millones de € para implantar la educación pública de 0 a 3 años.
A pesar de lo anterior la comunidad valenciana es, gracias a los gobiernos del PP, una comunidad que bate todos los records: 25.000 alumnos en barracones, la promesa de la gratuidad de los libros de texto incumplida, la enseñanza pública convertida en un gueto porque somos lo que menos invertimos en políticas de integración de alumnos con necesidades especiales; somos la comunidad donde hay más fracaso escolar del conjunto de España, sólo en el últimos cuatro años hemos empeorado ocho puntos; desde 1995 no se ha creado ninguna escuela pública infantil, seis puntos por debajo de la media española; somos la comunidad con más alumnos por clase, superamos la ratio máxima de 25 alumnos por clase en toda la comunidad; somos la comunidad donde más dinero público recibe la educación privada, situación que ahora quieren extender al bachillerato; somos la penúltima comunidad en ordenadores por aula...etc. Todo esto lleva a un abandono escolar prematuro. Estamos 4 puntos por debajo de la media nacional de jóvenes con bachillerato o formación profesional.
Con esta realidad a alguien tendrá que ser responsable. En cualquier democracia normal la responsabilidad es del que gobierna. Si como dice el PP no hay dinero porque el gobierno del estado nos niega la financiación, entonces tampoco hay dinero ni para la Volvo, ni para la Copa América, ni para la formula1, ni Terra Mítica, ni historias. El discurso del PP no es creíble. Sí hay dinero, lo que pasa es que para Camps y sus conselleres la sanidad, la educación, la ley de dependencia, los servicios sociales, el apoyo al pequeño comercio, a los autónomos, etc. no son una prioridad. No es posible hacerlos cambiar de opinión pero sí cambiarlos a ellos y esta comunidad necesita un cambio que devuelva al primer término a los ciudadanos. La grandeza de la democracia es que si el cambio no nos convence dentro de cuatro años más podremos volver a decidir nuestro futuro.
No es de recibo que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana estén discriminados por los políticos que les gobiernan. Esta comunidad es un desastre de gestión mires donde mires, pero aquí nadie asume responsabilidades. El futuro que les espera a nuestros hijos le llena a uno de temor porque en unos añitos más, van para 16 años, el PP habrá terminado de desmontar el sistema público y, lo que es peor, estará plenamente implantado el privado donde lo que impera es “tanto tienes, tanto vales”. Esta máxima de la derecha valenciana vale para todo desde la salud o la educación hasta lo que estará moral y éticamente bien visto.
Hay que reconocer al adversario sus meritos y los dirigentes de PP son especialistas en vender lo contrario de lo que hacen. Les pondré un ejemplo, están destruyendo el sistema educativo público pero si le preguntas a un valenciano que pasa con la educación te dirá que el gobierno de España nos discrimina. La realidad de los números dice lo contrario. Nuestra comunidad ha recibido en los últimos años una lluvia tal de millones que deberíamos estar a la cabeza del estado español en educación de calidad. Sin embargo, estamos a la cola porque el señor Font de Mora y su jefe el señor Camps han decidido que el dinero que se recibe para la educación debe ir a financiar la educación privada o para los “grandes eventos del PP”. La Comunidad Valenciana ha ingresado más de 1700 millones de euros en los últimos años de gobiernos socialistas en el estado, antes con el señor Aznar, entre el 2002 y el 2005, 124.424 euros para la enseñanza obligatoria. El gobierno de España, ese que dice Canal9 que no nos quiere, nos da porque es de justicia: 102 millones de € para la implantación de la LOE, 49 millones de € par la gratuidad del segundo ciclo de infantil de 3 a 6 años, más de 420 millones de € para el desarrollo de la LOE y el 10% del fondo adicional estatal 735 millones de €, además de los 120 millones de € para instalar internet en las aulas o bibliotecas escolares, sin olvidarnos del plan Educa3 que el señor Font de Mora tiene parado y supone más de 200 millones de € para implantar la educación pública de 0 a 3 años.
A pesar de lo anterior la comunidad valenciana es, gracias a los gobiernos del PP, una comunidad que bate todos los records: 25.000 alumnos en barracones, la promesa de la gratuidad de los libros de texto incumplida, la enseñanza pública convertida en un gueto porque somos lo que menos invertimos en políticas de integración de alumnos con necesidades especiales; somos la comunidad donde hay más fracaso escolar del conjunto de España, sólo en el últimos cuatro años hemos empeorado ocho puntos; desde 1995 no se ha creado ninguna escuela pública infantil, seis puntos por debajo de la media española; somos la comunidad con más alumnos por clase, superamos la ratio máxima de 25 alumnos por clase en toda la comunidad; somos la comunidad donde más dinero público recibe la educación privada, situación que ahora quieren extender al bachillerato; somos la penúltima comunidad en ordenadores por aula...etc. Todo esto lleva a un abandono escolar prematuro. Estamos 4 puntos por debajo de la media nacional de jóvenes con bachillerato o formación profesional.
Con esta realidad a alguien tendrá que ser responsable. En cualquier democracia normal la responsabilidad es del que gobierna. Si como dice el PP no hay dinero porque el gobierno del estado nos niega la financiación, entonces tampoco hay dinero ni para la Volvo, ni para la Copa América, ni para la formula1, ni Terra Mítica, ni historias. El discurso del PP no es creíble. Sí hay dinero, lo que pasa es que para Camps y sus conselleres la sanidad, la educación, la ley de dependencia, los servicios sociales, el apoyo al pequeño comercio, a los autónomos, etc. no son una prioridad. No es posible hacerlos cambiar de opinión pero sí cambiarlos a ellos y esta comunidad necesita un cambio que devuelva al primer término a los ciudadanos. La grandeza de la democracia es que si el cambio no nos convence dentro de cuatro años más podremos volver a decidir nuestro futuro.
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