martes, 23 de febrero de 2010


AGUA DE BORRAJAS
En este último pleno se vivió un espectáculo lamentable que ejemplifica a la perfección el por qué la gente está cansada de la clase política, por qué se nos ve a los políticos tan alejados, en ocasiones, de la realidad. Estaba el salón de plenos a rebosar, lleno de personas y de carteles que clamaban justicia y un arreglo inmediato para la situación que están padeciendo. Me estoy refiriendo a los trabajadores y trabajadoras de la piscina municipal que llevan tres meses sin cobrar su sueldo y sin poder ejercer su derecho a trabajar, porque los problemas internos de la empresa concesionaria y la ineficacia del ayuntamiento los tiene sumidos en el limbo.
Que la empresa arrastra problemas no es algo que pille de susto ahora, lleva dando señales desde finales del 2007. La actitud del ayuntamiento desde ese momento ha sido mirar hacia otro lado, no intentar resolver las situaciones que se estaban produciendo en el devenir del servicio. Esto sólo se entiende desde el prisma con el que el PP trata todos los temas: si algo va mal, no hay que arreglarlo, hay que dejar que vaya a peor y culpabilizar al PSOE del mal funcionamiento. Aunque éste sea el argumento más fácil de desmontar, porque sólo hay que ver que mientras gobernó el PSOE el servicio funcionó a la perfección.
El sentido de responsabilidad nos obligaba a espolear al equipo de gobierno, que es quien tiene la responsabilidad, para que adoptase una solución urgente para garantizar lo más básico, es decir, los derechos de las personas que se encuentran en situación de desamparo, y esto por encima de cualquier otra consideración. Fue con este motivo, y no con otro, como presentamos una moción en el pleno pidiendo que el ayuntamiento asumiese la gestión, como por cierto prevé la ley, y agilizase después los trámites para resolver el contrato, por ese orden. La sorpresa fue mayúscula cuando lejos de tratarse esta cuestión, los portavoces del resto de grupos políticos desviaron la atención del debate hacia sus intereses partidistas.
El representante de EU, como es habitual y tan buen rédito político le ha dado, cargó contra la gestión del anterior equipo de gobierno socialista. Habló de que era una vergüenza la situación que padecen los trabajadores y trabajadoras, pero no hizo ninguna propuesta concreta. En su discurso se limitó a decir que si los servicios municipales no se prestasen mediante una concesión no habría ningún problema. Su solución es que el ayuntamiento sea quien gestione directamente los servicios. Con esto se acabaron según él los problemas de los trabajadores. Debería haber dicho también que, de paso, los dejaba a todos en la calle, porque el ayuntamiento tendría que sacar en una convocatoria todos los puestos de trabajo.
Lo del portavoz del PP fue mucho peor si cabe, porque dijo en la cara de todos los asistentes, sin ningún rubor, que no tenía claro a estas alturas qué se podía hacer. Pero claro, como se trata de echar balones fuera y cargar a los demás con la culpa hizo dos apreciaciones que reflejan con quién nos estamos jugando los cuartos los vecinos de Aspe. A la propuesta del PSOE respondió diciendo que si los socialistas somos tan listos y sabiamos que esto iba a ocurrir, si teniamos las cosas tan claras, llegabamos tres años tarde para poner la solución; y lo mejor de todo, realizó una batería de preguntas a la propuesta del PSOE para poder decidir si votaba a favor o no que los trabajadores pudieran trabajar desde el día siguiente y cobrar los sueldos atrasados de tres meses.
Vayamos por partes para intentar comprender lo que realmente estaba diciendo el responsable político del PP en Aspe. Por un lado, reconocía que desde hace tres años es conocedor de que la situación de los servicios deportivos se estaban deteriorando y en todo eses tiempo no se ha hecho nada que impidiera llegar a la situación de cierre de las instalaciones. Si no ha sido capaz de atajar el problema antes de que llegase a una situación que afecta a muchas familias, es él quien llega tres años tarde para presentar la dimisión. Y si a estas alturas de la película dice que no puede pronunciarse sobre la propuesta del PSOE y necesita que se le aclaren un montón de cuestiones, la pregunta es qué ha estado haciendo. Este tema le debería haber quitado el sueño, como se lo ha quitado a los afectados que no duermen pensando si podrán hacer frente a la hipoteca o con que van a pasar el mes ellos y sus familias. El portavoz del PP y la alcaldesa como responsable máxima, tendrían que haber apoyado o desmontado la propuesta del PSOE, porque lo que esperaban ayer los trabajadores y usuarios de la piscina de su ayuntamiento es que se les transmitiese que lo que se está haciendo es todo y lo único que se puede hacer, no que no saben si son posibles otras soluciones como las que planteó el PSOE.
Ayer los vecinos de Aspe esperaban de su ayuntamiento que se dijera, alto y claro, para tranquilidad de todos, ésta es la única solución posible, porque es la mejor, la que menos perjuicio causa a los intereses de los aspenses y la más rápida. Pero la respuesta fue otra bien distinta: lo estamos pensando.
Ya no es tiempo de pensar, es tiempo de actuar.

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