COLUMNA DE OPINION ENVIADA A LOS MEDIOS
ATAQUE A LA DEMOCRACIA
Creo, no, estoy convencido de que los últimos acontecimientos ocurridos en Aspe son un ataque frontal a la democracia. Son igualmente condenables tanto los actos de vandalismo en contra de una alcaldesa, como que una alcaldesa en un acto de abuso de autoridad prohíba que las personas se expresen libremente en público.
Es imperativo que desde las instituciones condenemos este tipo de actitudes, que descalifican a quienes las practican, y que sirvan para que los demócratas estemos más unidos, con independencia de las ideologías de cada uno, en la defensa de la libertad de expresión, la tolerancia y el respecto que son la base del estado de derecho.
Desde la responsabilidad que supone el cargo que ostento como concejal y diputado provincial, de representante público en definitiva, exijo que estos temas sean esclarecidos hasta sus últimas consecuencias, caiga quien caiga. Que los causantes de los mismos pidan perdón públicamente por su comportamiento, no sólo como reparación necesaria para que podamos seguir conviviendo en paz y libertad, sino para que este hecho se convierta en un referente de aquello que no se debe producir jamás en democracia.
Lo verdaderamente grave de los hechos ocurridos esta semana pasada no es contra quién se realizan, sino contra qué. Son actos de ataque a la democracia representativa. Quienes cobardemente, ocultándose en el anonimato desde la oscuridad, o parapetados detrás de uniformes, atacan a las instituciones merecen nuestra condena más rotunda y sin paliativos.
Ahora lo que corresponde es que todos los demócratas estemos juntos y emitamos un mensaje claro de repulsa contra estas actitudes antidemocráticas y de reprobación contra quienes las hacen o con su silencio cómplice las amparan y las animan. Mañana celebramos el 9 de octubre, el día de todos los valencianos, sería un buen momento para la reflexión serena sobre qué modelo de convivencia nos queremos dar los valencianos y valencianas.
Es imperativo que desde las instituciones condenemos este tipo de actitudes, que descalifican a quienes las practican, y que sirvan para que los demócratas estemos más unidos, con independencia de las ideologías de cada uno, en la defensa de la libertad de expresión, la tolerancia y el respecto que son la base del estado de derecho.
Desde la responsabilidad que supone el cargo que ostento como concejal y diputado provincial, de representante público en definitiva, exijo que estos temas sean esclarecidos hasta sus últimas consecuencias, caiga quien caiga. Que los causantes de los mismos pidan perdón públicamente por su comportamiento, no sólo como reparación necesaria para que podamos seguir conviviendo en paz y libertad, sino para que este hecho se convierta en un referente de aquello que no se debe producir jamás en democracia.
Lo verdaderamente grave de los hechos ocurridos esta semana pasada no es contra quién se realizan, sino contra qué. Son actos de ataque a la democracia representativa. Quienes cobardemente, ocultándose en el anonimato desde la oscuridad, o parapetados detrás de uniformes, atacan a las instituciones merecen nuestra condena más rotunda y sin paliativos.
Ahora lo que corresponde es que todos los demócratas estemos juntos y emitamos un mensaje claro de repulsa contra estas actitudes antidemocráticas y de reprobación contra quienes las hacen o con su silencio cómplice las amparan y las animan. Mañana celebramos el 9 de octubre, el día de todos los valencianos, sería un buen momento para la reflexión serena sobre qué modelo de convivencia nos queremos dar los valencianos y valencianas.
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